14 de abril de 2025

La reciente agresión de un niño pequeño en una escuela infantil de Torrejón de Ardoz, grabada por las cámaras de seguridad del propio centro, ha causado conmoción en toda España. La docente implicada, que fue filmada golpeando y empujando a un niño de apenas dos años, ya ha sido apartada de su puesto y se enfrenta a un proceso judicial en curso. Las impactantes imágenes, ahora pruebas clave en la investigación, han reavivado un debate que llevaba tiempo latente: la necesidad de instalar sistemas de videovigilancia en centros de educación infantil.

La preocupación de Melilla: más seguridad en las aulas

El impacto de este caso también ha llegado a Melilla, donde varios padres y madres han decidido alzar su voz para reclamar la colocación de cámaras en todas las escuelas infantiles de la ciudad. Consideran que es una medida esencial para proteger a los más pequeños y reforzar la confianza de las familias.

Laura, madre de un niño de dos años, expresó su apoyo a la iniciativa: «Me parece fundamental que haya cámaras en las guarderías, sobre todo cuando los niños son tan pequeños. Incluso estaría bien que los padres pudieran acceder a las imágenes en directo a través de una aplicación, como ya ocurre en otras comunidades», comenta. Para ella, tener esa posibilidad generaría más tranquilidad al tener que dejar a su hijo por motivos laborales.

Madres y padres exigen entornos más seguros

Otra madre, Dunia Assofougui, coincide en la necesidad urgente de actuar: «No podemos mirar hacia otro lado. Es esencial garantizar la seguridad y transparencia en las guarderías de Melilla», señala. Dunia recalca que su petición no tiene como objetivo señalar a ningún centro en particular, sino fomentar un entorno confiable para todos los menores. «No esperemos a que ocurra una tragedia aquí para reaccionar», advierte.

La videovigilancia como elemento de protección, no de control

Los padres insisten en que las cámaras deben servir principalmente para prevenir incidentes y proteger tanto a los menores como a los profesionales de la educación. Su propuesta contempla la instalación en zonas comunes como aulas, patios y comedores, respetando siempre la privacidad en espacios sensibles como baños o áreas de cambio.

El respaldo legal a la instalación de cámaras

Consultado por El Faro de Melilla, el abogado Blas Jesús Imbroda afirma que, desde el punto de vista jurídico, la instalación de cámaras en escuelas infantiles debería ser posible, dado el alto nivel de vulnerabilidad de los menores. «La protección del menor debe prevalecer sobre otros derechos, como la intimidad», sostiene.

Imbroda subraya, eso sí, la necesidad de cumplir con la normativa de protección de datos: las grabaciones deben ser anunciadas explícitamente mediante carteles visibles, y tanto los empleados como las familias deben estar informados. Además, recuerda que existen limitaciones claras en cuanto a la colocación de cámaras en espacios donde se compromete la privacidad.

Una oportunidad para un cambio necesario

El caso de Torrejón de Ardoz podría suponer un punto de inflexión en la normativa sobre videovigilancia en centros educativos. Las familias melillenses no quieren esperar a que un hecho similar sacuda su ciudad, por lo que piden a las autoridades que escuchen sus demandas y actúen con celeridad.

La instalación de cámaras, que ya es una realidad en algunas regiones, se plantea como una fórmula que combina protección, confianza y transparencia. Para muchas familias, ha llegado el momento de convertir esta demanda en una realidad generalizada en todo el país.

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